Arthur C. Clarke - Alba de Saturno

VIP免费
2024-12-18 0 0 157.27KB 10 页 5.9玖币
侵权投诉
ALBA DE SATURNO
Arthur C. Clarke
Titulo original: Saturn Rising
Edición electrónica de diaspar. Málaga junio de 1999
__________________________________________________________________
Sí, es completamente cierto. Conocí a Morris Perlman cuando yo tenía veintiocho años.
Entonces yo había conocido a miles de personas, desde presidentes para abajo.
Cuando volvimos de Saturno, todo el mundo deseaba vernos, y casi la mitad de la
tripulación se fue a dar una serie de conferencias. A mí siempre me ha encantado hablar
(no dirán ustedes que no lo han notado), pero algunos de mis colegas dijeron que más
bien preferían ir al planeta Plutón que enfrentarse con otro auditorio. Y algunos lo
hicieron.
Mi objetivo era el Medio Oeste, y la primera vez que vi a Mr. Perlman – nadie le
llamaba de otra forma y, desde luego, jamás «Morris» -, estaba en Chicago. La agencia
siempre me alojaba en buenos hoteles, aunque no demasiado lujosos. Lo prefería así;
me gustaba hallarme en sitios donde yo pudiera ir y venir a mi gusto sin demasiada
etiqueta y donde pudiese vestirme como yo quisiera. Veo que sonríen; bueno, entonces
yo era solo un muchacho y han cambiado muchas cosas...
Ya hace mucho tiempo de ello, pero por aquel entonces estaba dando una conferencia
en la Universidad. De cualquier forma, recuerdo que sufrí una decepción porque no
pudieron mostrarme el sitio en que Fermi comenzó a construir la primera pila atómica.
Dijeron que el edificio había sido derribado hacia ya cuarenta años y que solo existía
una placa que marcaba el lugar. Me quedé mirándola durante un rato, pensando todo lo
que había ocurrido desde aquellos lejanos días, allá por el año 1942. Yo ya había
nacido, por una parte; y la energía atómica me había llevado hasta el planeta Saturno y
vuelto a la Tierra. Aquella era probablemente algo que Fermi y Compañía nunca habían
pensado cuando construyeron su primitiva entramado de uranio y grafito.
Estaba tomando el desayuno en una cafetería, cuando un hombre de mediana estatura se
sentó en el otro lado de la mesa que yo ocupaba. Saludó con un cortés «Buenos días» y
después expresó su sorpresa al reconocerme. (Por supuesto, había planeado aquel
encuentro; pero yo no me di cuenta en aquel momento).
– ¡Es un placer encontrarle! – dijo -. Estuve presente en su conferencia de anoche.
¡Cómo le envidié!
Yo dejé escapar una sonrisa más bien forzada. Nunca suelo ser muy sociable en el
desayuno y había aprendido, además, a ponerme en guardia contra los chiflados, los
pelmazos y los entusiastas que parecían considerarme como una presa legítima. Mr.
Perlman, sin embargo, no era un pelmazo... aunque ciertamente era un entusiasta, si
bien supongo que ustedes podrían considerarle como un chiflado.
Página 1 de 10
Tenía el aspecto de un próspero hombre de negocios del tipo medio, y supuse que sería
un invitado al igual que yo. El hecho de que hubiese asistido a mi conferencia no era
sorprendente; había sido una muy popular, abierta al público y bien anunciada por la
prensa y la radio.
– Siempre, desde que era un chiquillo – dijo mi compañero no invitado –, me ha
fascinado el planeta Saturno. Sé exactamente cómo y cuándo comenzó todo. Yo debía
tener unos diez años cuando cayeron en mis manos aquellas maravillosas ilustraciones
de Chelsey Bonestell, mostrando el planeta como visto desde sus nueve lunas. Supongo
que usted las habrá visto, ¿no es así?
– Desde luego – repuse –. Aunque ya tienen medio siglo de antigüedad, nadie las ha
sobrepasado todavía en belleza. Teníamos dos series de ellas a bordo del Endeavour,
clavadas en la mesa de navegación. Yo solía mirarlas con frecuencia, para compararlas
con la realidad.
– Después – continuó mi interlocutor –, ya puede imaginarse como me sentiría allá por
los años 1950. Solía quedarme horas enteras mirándolas fijamente e intentando
comprender lo que era aquel increíble objeto, con sus plateados anillos dando vueltas a
su alrededor; no era el sueño de un artista, sino que existía, se trataba de un mundo diez
veces mayor que la Tierra.
»En aquel tiempo, nunca imaginé que pudiese ver aquella cosa maravillosa por mí
mismo; daba por descontado que solo los astrónomos, con sus grandes telescopios,
podían gozar de semejante visión. Pero luego, cuando tuve unos quince años, hice otro
descubrimiento... tan emocionante que apenas si podía creerlo.
Página 2 de 10
摘要:

ALBADESATURNOArthurC.ClarkeTitulooriginal:SaturnRisingEdiciónelectrónicadediaspar.Málagajuniode1999__________________________________________________________________Sí,escompletamentecierto.ConocíaMorrisPerlmancuandoyoteníaveintiochoaños.Entoncesyohabíaconocidoamilesdepersonas,desdepresidentesparaab...

收起<<
Arthur C. Clarke - Alba de Saturno.pdf

共10页,预览2页

还剩页未读, 继续阅读

声明:本站为文档C2C交易模式,即用户上传的文档直接被用户下载,本站只是中间服务平台,本站所有文档下载所得的收益归上传人(含作者)所有。玖贝云文库仅提供信息存储空间,仅对用户上传内容的表现方式做保护处理,对上载内容本身不做任何修改或编辑。若文档所含内容侵犯了您的版权或隐私,请立即通知玖贝云文库,我们立即给予删除!

相关推荐

分类:外语学习 价格:5.9玖币 属性:10 页 大小:157.27KB 格式:PDF 时间:2024-12-18

开通VIP享超值会员特权

  • 多端同步记录
  • 高速下载文档
  • 免费文档工具
  • 分享文档赚钱
  • 每日登录抽奖
  • 优质衍生服务
/ 10
客服
关注